las camas eran bastante buenas, y había una zona de estar, una mesa de trabajo y un hervidor eléctrico en la habitación. ubicación: el hotel estaba cerca de la estación de tren y de la terminal del ferry y también del puerto.

Lo mejor del hotel fueron las vistas al aparcamiento trasero y la emoción de descubrir las alfombras y el mobiliario antiguos. ¡Una experiencia única! Pero no puedo olvidar las sabanas, tan viejas como el hotel.

El hotel estaba muy limpio, tenía un personal acogedor, y unos desayunos bastante buenos. En la habitación había una zona de estar, una mesa de trabajo y un hervidor eléctrico y la cama era súper cómoda. La propiedad estaba en el centro de la ciudad. Encima, estaba justo al lado del centro de la ciudad, de los ferries y también de la orilla del mar.

Se encontraba en una ubicación bonita y perfecta al lado de McCaig's Tower. La suite era recién remodelada y de buen tamaño, con una bañera, tenía de todo.

Las mejores aspectos de este hotel fueron la limpieza impecable y las instalaciones bien mantenidas. Además, me gustó mucho la conveniente ubicación en el centro de la ciudad, lo que facilitaba mi acceso a todas las atracciones y tiendas. aprecié el aparcamiento privado disponible, lo cual fue muy conveniente. El desayuno era variado y delicioso, y el personal siempre fue amable y servicial. Recomiendo este hotel por su excelente servicio y comodidades.

No tengo nada negativo que decir.

Habitaciones con vistas. El personal era muy amigable y daba consejos sobre que ver en Oban.

Este hotel tiene una ubicación perfecta en el centro de la ciudad, cerca del puerto y del centro. Es conveniente si llegas en tren. Además, las habitaciones ofrecen vistas encantadoras y algunas incluso tienen una bañera. ¡Qué lujoso! me encantó el desayuno, que era muy completo y tenía opciones sin gluten. El personal fue muy amable y servicial, especialmente la recepcionista Irene.

Todo estuvo bien!

Ubicación perfecta. Parking privado disponible. Desayuno escocés completo y delicioso. Personal amable y servicial.

Todo estaba en orden.

Habitación climatizada y súper limpia con un baño e insonorización y calefacción. Ubicación al lado de los trenes y también del centro de la ciudad.

Era un hotel estupendo y lindo con una ubicación céntrica conveniente para la estación de tren. La habitación era climatizada y de buen tamaño, había una zona de estar, una mesa de trabajo y un hervidor eléctrico.

Siempre vuelvo a este hotel. La primera vez, el personal me recomendó comida para llevar. Tiene todo lo que necesito: Wi-Fi gratis, recepción 24 horas, servicio de habitaciones 24 horas, bar, restaurante. Volveré para un fin de semana.

Pasamos 2 noches estupendas aquí, recomendaríamos a todos este lugar. Había un desayuno caliente. Nos han gustado un montón sus habitaciones con vistas. Todos los miembros del personal eran acogedores. Su ubicación era céntrica, cerca del Oban Free High Church. Al lado de una estación de ferrocarril, ideal para visitar la ciudad.

¡Qué estancia más genial! El hotel está en el centro, ¡la ubicación es una pasada! La cama es súper cómoda y la habitación estaba perfectamente limpia. Aunque el mobiliario y el baño son algo antiguos, le dan un aire vintage al lugar. El desayuno escocés es una auténtica delicia, ¡no podía parar de comer! Además, tuvimos la suerte de conseguir plaza de parking justo a tiempo. La chica de recepción era encantadora y nos recomendó un kiosco en el puerto para comer marisco. ¡Sin duda, volveré a este hotel la próxima vez que visite la ciudad!

El hotel está situado en una ubicación conveniente, cerca del puerto y en pleno centro de la ciudad. Además, es fácilmente accesible desde la estación de tren. Las habitaciones son cómodas y limpias, y el baño ha sido recientemente reformado.El servicio es atento y amable, y el desayuno buffet ofrece una variedad de opciones para empezar el día.El hotel también cuenta con algunas ventajas, como estacionamiento privado y la posibilidad de disfrutar de un encantador ambiente señorial.

Algunas instalaciones del hotel pueden resultar anticuadas, como el mobiliario, las cortinas y las alfombras.

Nos hospedamos en Oban para nuestro crucero y el Hotel Royal superó nuestras expectativas. La amable recepcionista nos recomendó un delicioso kiosko de mariscos y el desayuno era completo, incluso con opciones sin gluten. Además, tenían un estacionamiento propio, lo cual fue muy conveniente.

elevador lento